miércoles, 14 de julio de 2021

Pasaron 500 años


Y el paisaje sigue aquí, aquí donde nos encontramos, entre páramos, cerros, motas, tesos y ataquines, entre encinas y pinares, con los castillos y los pueblos de entonces, con sus nombres hoy todavía.

Pura historia. El tiempo transcurrido no ha borrado la pasión de aquellos días. Entre 1520 y el 23 de abril de 1521, "en abril para más señas", como evoca el romance de "Los Comuneros" escrito por Luis López Alvarez. Villalar en la memoria.



Villalar de los Comuneros. Campa y monolito

Esta mañana entré en ese claroscuro del tiempo, a recorrer el recuerdo de aquellos días y sus gentes, a través de la Exposición (El Tiempo de la Libertad: Comuneros, Quinto Centenario) organizada y presentada en el edificio de las Cortes de Castilla y León con tal fin. Entre objetos de uso común, aún preservados, resplandecen grandes obras de arte, esculturas, tapices, el retrato de la reina doña Juana y las grandes proporciones románticas de la obra de Antonio Gisbert.



Ejecución de los comuneros de Castilla (Villalar, 22 de abril de 1521). Cuadro de Antonio Gisbert(1860). Congreso de los Diputados (Madrid)



Documento de excomunión (31.enero.1521) (Archivo Municipal de Burgos)


Sentencia condenatoria (Archivo General de Simancas) 

He recorrido la exposición en silencio, disfrutando del color de todas y cada una de las piezas expuestas, los restos del pendón, los de la tracería de la puerta del Arco de Santa María de Burgos, el cantoral, monedas, balanzas y cuentas de Simón Ruiz, la belleza del arte y el arte de la guerra, documentos de sentencias a muerte, litigios y perdón real, pero sin duda lo más impresionante son esas peticiones comuneras, atentas a los derechos del común que el tiempo no ha podido borrar.

No se lo pierdan