Éstas fueron las palabras que dirigí a los alumnos y a las alumnas que, al finalizar sus estudios, dejaron las aulas del IES Zorrilla de Valladolid en una fecha para mí muy memorable. Fue, en cierto modo, mi última clase.
Quiero comenzar agradeciendo a Carlos Duque,
nuestro Director, que haya pensado en mí para dirigiros unas palabras de despedida de este que ha sido, es y será, vuestro Instituto
Zorrilla. Y
lo agradezco sinceramente porque vosotros representáis la suma de esfuerzos de
la labor docente. Sois el resultado del trabajo de todos los profesores y
profesoras que desde la etapa preescolar han tratado de colaborar con vuestras
familias en el desarrollo de vuestra formación, vuestra educación y vuestra personalidad. Reunís la labor, el trabajo y el
esfuerzo de todos ellos y de la Instituciones educativas que os consideran su
mejor valor. Hoy
les represento y quiero, en nombre de todos, dirigiros ”unas palabras", pues eso
fue lo que Carlos me dijo. Unas palabras destinadas a evocar los seis años que, al menos, habéis pasado en el Centro.
Pensando en el reto que ello supone, descubrí que las
palabras tienen mucha importancia, son la materia prima del trabajo en la educación,
que no es otra cosa que comunicación de ideas y saberes nuestro trabajo hecho con palabras que como
decía Miguel de Unamuno: “Las
palabras, como las emociones, nacen de una fuente remota del saber colectivo, son
cosa vivida, pues mis palabras castellanas tienen más de mil años". Y es que antes de que cualquiera de
nosotros pronuncie o escriba una palabra conviene recordar que fue escrita por centenares de maestros del idioma.
Somos
herederos de algo sagrado, un intento humano por aprender la realidad, dice el
poeta Luis Rosales que las palabras son
el único acontecimiento verdaderamente democrático que ha inventado esta
especie desconsolada, el lenguaje que nos une. Y
es a través de las palabras como se teje
día a día la educación. Que tiene como fin favorecer el desarrollo humano que
no es otra cosa que el desarrollo de las sociedades desde los principios de libertad, igualdad de
oportunidades y respeto a los seres humanos, los principios de la educación
pública que no debéis olvidar. Una educación pública que debe basarse en la
pluralidad de la mirada. Sostiene Hanna Arendt que una idea simple y repetitiva es el principio del autoritarismo. De
ahí la pluralidad necesaria para lograr unos resultados competentes,
competencia entendida como preparación de calidad, no como exclusión ese es el
objetivo final de la educación pública y eso es lo que sois vosotros : personas
competentes.
Quiero
en primer lugar pediros disculpas por nuestros errores, por todas las
equivocaciones que podamos haber tenido, por esos momentos de tensión que sin
duda habéis pasado dentro de las aulas,
en las clases, en los exámenes, en los pasillos en el gimnasio o en el polideportivo recién
estrenado, en los laboratorios o en la Jefatura de Estudios. Pero tenéis que saber que desde la diversidad
de materias que os hemos impartido desde esas distintas actitudes o puntos de
vista, está una enseñanza concebida como el único camino para la modernidad del
país. Frente
al conformismo, la intolerancia o el embrutecimiento propios de la sociedad de
consumo desmesurado, la enseñanza se plantea la toma de conciencia de un futuro
posible que sea solidario, abierto, humano y creativo.
De
una sociedad sustentada sobre lo público, tanto en el espacio físico - la
ciudad en la que vivimos o el Instituto que hoy nos acoge - como en nuestro quehacer diario a favor de lo público, concebido como servicio a los ciudadanos y como única garantía de la igualdad
de oportunidades, que recoge nuestra Constitución y tiene en la enseñanza
pública una de sus principales garantías. Y es que, en palabras de Emilio Lledó, que también diera clase en estas aulas, “lo público es uno de los grandes descubrimientos de la democracia". Los seres humanos somos
esencialmente seres sociales y lo público es el lugar de la manifestación de la
solidaridad, lograrlo es el papel de la enseñanza.
El triunfo de la inteligencia personal es la felicidad, el triunfo de la inteligencia social es la justicia, ya que, en palabras de Haus Kelsen, “la búsqueda de la justicia es la eterna búsqueda de la felicidad humana“. Euna felicidad que el hombre no puede encontrar por sí mismo y ha de buscarla en sociedad, hemos de realizar nuestros proyectos más íntimos como el de ser feliz, integrándolos en proyectos colectivos y compartidos. Todo fracaso de la inteligencia entraña desdicha, y así como la desdicha privada es el dolor, la desdicha pública es la injusticia, lo que justifica la importancia del conocimiento, pues es el poder del conocimiento lo que ha salvado más vidas humanas a lo largo de la historia. Son las ideas las que han cambiado el mundo.
Si desaparece la ilusión por lo social, por lo colectivo y la educación no sabe poner freno a esa agresividad latente que anida en todas partes, a ese consumo que aísla a la vez que satisface, entonces el hombre sociable no tendrá ya futuro y así la enseñanza debe entenderse como esa tensión continua por ajustarse a unos proyectos viables de justicia, solidaridad, eficacia y libertad. Y hoy en cada uno de vosotros se han cumplido todos nuestros objetivos.
El primero prepararos para los estudios superiores que ahora muchos vais a iniciar, dándoos las bases firmes para asentar vuestro trabajo, el trabajo de la razón humana, que tiene, como decía Kant “ el destino peculiar de plantearse de modo permanente problemas que no puede resolver, porque sobrepasan sus posibilidades, pero que no puede dejar de plantearse porque están metidos en el corazón de su propio ser“. Por eso la ciencia sigue viva y el futuro os pertenece. Estamos obligados a viajar hacia el futuro, eso es lo único cierto en nuestras vidas, el incierto porvenir, el futuro distante.
Y para los que, finalizados los estudios, os integráis ya en la vida activa, en el mundo del trabajo, esperamos haber contribuido a satisfacer vuestras aspiraciones y a que esta integración se realice en el marco del trabajo en equipo, cuyo resultado final es el éxito profesional de un colectivo humano: la sociedad que en su conjunto, se beneficia del esfuerzo de todos. Y para los que aún os espera septiembre , quiero deciros que eso es algo por lo que muchos hemos pasado con temor, pero con la certeza de que a la luz del tiempo, no representó nada en nuestras vidas, salvo un último esfuerzo por lograr nuestra meta.
Nuestro segundo objetivo en esta etapa de la enseñanza es prepararos para la vida, desarrollar vuestra personalidad, muchos habéis pasado aquí 6 años, entre los 12 y los 18 años. Como ha señalado Muñoz Molina : “ es en el Instituto donde uno empieza a ser adulto, ya sin la protección familiar, a disfrutar de la autonomía personal y a cobrar conciencia de sus responsabilidades”. Y esa tarea no resulta nada fácil. Ya que es en esta edad de la adolescencia y la primera juventud cuando uno descubre la necesidad de abrirse camino por sí mismo, de labrarse un provenir, como se decía antes. Es esa edad difícil cuando se percibe que los padres no lo pueden resolver todo y que el futuro le pertenece a cada uno.
Pero cuando comienza ese largo y difícil camino del esfuerzo personal y de la dura realidad encontramos cuatro aspectos que os caracterizan en estos años y que son vuestra fuerza para el camino:
-La belleza que da la juventud y el saberse seguro de sí mismos
- el descubrimiento del amor , que no es otra cosa , que el secreto de la felicidad compartida.
- la amistad, infinita, insobornable y generosa
- ese hondo sentido de la justicia que plasmáis en cada gesto.
Quiero daros las gracias por compartir vuestra
juventud con nosotros, por vuestro
esfuerzo, respeto , atención y rigor, por vuestra paciencia hora tras hora y
porque el contacto con vosotros nos hace sentirnos más jóvenes, mantener por
más tiempo los nobles impulsos de la
juventud, lo que, a veces, los años nos arrebatan en brazos de la madurez.
Y ahora, en una segunda parte, deseo daros algunos consejos, con un único fin: que cada uno de vosotros seáis felices en el papel que os depare el porvenir, el futuro se os presenta variado, diverso, lleno de incertidumbre, donde el azar también será un elemento a tener en cuenta. Os advierto que la felicidad no es fácil de lograr, pero a mí personalmente me han servido. Solo como producto de mi experiencia personal os los trasmito, para que poco a poco vayan penetrando en vuestro corazón y los valoréis más a medida que pase el tiempo.
Y ahora, en una segunda parte, deseo daros algunos consejos, con un único fin: que cada uno de vosotros seáis felices en el papel que os depare el porvenir, el futuro se os presenta variado, diverso, lleno de incertidumbre, donde el azar también será un elemento a tener en cuenta. Os advierto que la felicidad no es fácil de lograr, pero a mí personalmente me han servido. Solo como producto de mi experiencia personal os los trasmito, para que poco a poco vayan penetrando en vuestro corazón y los valoréis más a medida que pase el tiempo.
-
Que nunca nadie os haga dudar de vuestra capacidad, porque
habéis de saber que con esfuerzo y constancia podréis alcanzar todas las metas
planteadas. Vuestro patrimonio, lo que sois y lo que seréis, es lo que tengáis
en la cabeza y eso nunca nada ni nadie os lo podrá arrebatar. Tenéis una
excelente preparación capaz de enfrentarse y resolver los problemas, nunca
dudéis de vosotros mismo y de vuestro esfuerzo para alcanzar lo deseado
- Pertenece a uno de los filósofos que con más lucidez han visto los problemas de nuestro mundo actual ; B. Russell, no he logrado encontrar la cita exacta de sus palabras , pero su pensamiento nunca podré olvidarlo : “ que seáis fuertes con los fuertes y débiles y generosos con los débiles”, no es una tarea fácil, lo fácil es lo contrario, pero os dará la felicidad. El trabajo honesto y la defensa de los principios de la ética, en vuestras relaciones humanas y laborales os mantendrá fuertes para siempre.
- Pertenece a uno de los filósofos que con más lucidez han visto los problemas de nuestro mundo actual ; B. Russell, no he logrado encontrar la cita exacta de sus palabras , pero su pensamiento nunca podré olvidarlo : “ que seáis fuertes con los fuertes y débiles y generosos con los débiles”, no es una tarea fácil, lo fácil es lo contrario, pero os dará la felicidad. El trabajo honesto y la defensa de los principios de la ética, en vuestras relaciones humanas y laborales os mantendrá fuertes para siempre.
- Que descubráis cuanto antes que la felicidad
está en vosotros mismos y en las personas que os rodean, que la felicidad no
está en las cosas, porque las cosas no pueden quereros , solo pueden querernos
las personas, que os rodeéis de personas y que sepáis que no es necesario acaparar riquezas, puestos,
honores, que no ambicionéis lo banal sino lo profundo.
La felicidad es patrimonio de la mente humana, de su capacidad de ser y de sentir, y es aquí , en el ser y en el sentir donde está la felicidad. Se es lo que uno sabe, lo que somos capaces de aprender y una vez aprendido hacerlo nuestro para siempre y difundirlo a los demás. Y para que lo recordéis siempre os recitaré un poema de Tomás Salvador que así lo refleja
Que
te baste la sola
Presencia
de los seres, el prado, unos pasos.
La
imaginaria línea recta que desciende
Por
la ladera al valle ,
Todo
lo que abarca la vista y sin emoción
Desciende, el vuelo tan silencios de los pájaros.
La
manada dispersa
E
inmóvil como si abrevara en medio de un río
Oculta permanece la razón de las cosas
El sendero se pierde
Oculta permanece la razón de las cosas
El sendero se pierde
Entre
los helechos y la víbora se esconde.
Reúne
para dormir la sombra de las matas.
¿Qué
hacer en los momentos más duros? En
esos en los que incluso las personas,
nuestros padres, amigos, profesores, nos abandonan, cuando nos sentimos solos,
esos momentos que todos hemos tenido alguna vez. Ese
es el momento de acudir a los libros que reflejan todos los sentimientos del
ser humano, de acudir a la música y a toda la plasmación del arte y la
creatividad humana. Es el momento de acudir a esos de nosotros que nos contemplan desde el pasado explicándonos el porvenir. Porque los libros
no nos abandonan nunca ni siquiera en los momentos más difíciles, los libros
que se aprenden en la formación de la adolescencia, en la enseñanza
secundaria cuando el sentimiento es más
fuerte, nunca podremos olvidarlos.
Por eso, y para que os ayude en el futuro, hago mío este poema de José Agustín Goitysolo y os lo entrego porque siempre estará a vuestro alcance, "esperando - como escribió Gustavo Adolfo Bécquer - la mano de nieve que sepa arrancarlo”
Por eso, y para que os ayude en el futuro, hago mío este poema de José Agustín Goitysolo y os lo entrego porque siempre estará a vuestro alcance, "esperando - como escribió Gustavo Adolfo Bécquer - la mano de nieve que sepa arrancarlo”
Tu no puedes volver atrás
Porque la vida allá te empuja
Como un aullido interminable.
Te sentirás acorralada, te sentirás perdida o sola
Tal vez querrás no haber nacido
Pero tu
siempre acuérdate
De lo que un día yo escribí pensando en ti,
Pensando en ti como ahora pienso
La vida es bella ya verás
Tendrás amigos tendrás amor
Un hombre solo una mujer
Así tomados de uno en uno , son como polvo, no son
nada
Por eso siempre acuérdate de lo que un día yo escribí pensando en ti
Pensando en ti como ahora pienso
Espero
que todos, alumnos y alumnas que me escucháis, todos, los atentos, los
despistados, los elegantes, los descuidados,
rubios, morenos o
pelirrojos, delgados, gordos,
altos, bajos, currantes,
vagos, apasionados, reflexivos, los
tímidos y los atrevidos , todos y todas
hayáis encontrado vuestro sitio en el Instituto y espero que dejéis para
siempre aquí vuestra huella para que los
que vengan después puedan encontrar
vuestras mejores cualidades y desarrollar su personalidad y enriquecerla,
como hemos hecho todos con las enseñanzas del pasado. ¡ Cuidado, chicos, si tenéis que mirar al hombre del tiempo para saber de qué lado
viene el viento! ¡Cuidado con los huracanes que soplan ahí, fuera
de la valla!
Para finalizar quisiera deciros que casi siempre
los adultos somos capaces de sobrevivir a todo porque utilizamos el paso del
tiempo y el recuerdo para hacernos trampas y al final recordamos del pasado
solo los mejores momentos, es decir solo los buenos, esos momentos en que lo
vivido aparece de nuevo como si
volviéramos a sentirlo y , no es menos cierto que se desvanecen como el humo muchas cosas que en el presente
agitan el corazón. Por
esa razón espero que volváis por aquí, por vuestro Instituto; en él siempre seréis bien
recibidos, bajo estos gruesos muros aprendisteis muchas cosas e iniciasteis el
camino más importante de vuestras vidas: el camino del adulto. Volved, cuando gustéis, a este Centro de enseñanza pública, que es eterno y sobrevive al que lo mira, y tened en cuenta, como bien ha advertido Julio Llamazares, que no es menos cierto
que a veces de nada sirve regresar a los
orígenes, ya que, aunque los paisajes permanecen inmutables, ¡una mirada jamás se repite!
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